Un joven ingeniero es enviado por la compañía en la cual trabaja en busca de un terreno adecuado para construir una nueva planta de procesamiento. Es evidente que de conseguirlo, ascenderán su posición y su sueldo.
Recorriendo parajes lejanos, descubre un valle estancado en el tiempo. Entre sus habitantes, resaltan algunos excéntricos y cautivantes, que lo incitan a regresar al pueblo una y otra vez. De a poco se involucra en sus vidas, emocional y sentimentalmente.
El valle encierra paisajes e historias sorprendentes: un lago que posee propiedades ópticas singulares y que no aparece en los mapas y una reliquia de los albores de la aviación. También alberga conflictos. Una empresa agropecuaria se ha establecido en el lugar y ha usurpado agua, secando el canal y el acuífero, convirtiendo el valle en tierra muerta. Los campesinos y pequeños propietarios, empobrecidos, carecen de medios para luchar contra la empresa.
El ingeniero alberga su propio conflicto, uno interno. El mandato de su compañía es conseguir un terreno para instalar una planta nueva, lo que secaría más el valle hasta convertirlo en un desierto. Por otro lado, el afecto y cariño que han crecido en él por una familia en particular y los empobrecidos campesinos en general, se contrapone con la misión que originalmente lo condujo al valle.
¿Qué primará? ¿Los intereses personales o el altruismo?